Pinceladas históricas en la Academia de Bellas Artes de Sabadell Fundació Privada

Aunque los inicios de esta entidad centenaria están reinados por una cierta neblina que, llegada por el paso del tiempo, hace difícil esclarecer sus orígenes, parece que todo empezó como empiezan los buenos proyectos, es decir, con el encuentro continuada de un pequeño grupo de amigos pintores en una rónnega sala de una casa de un panadero de la calle Sant Pau. De este primer contacto surgió un pequeño grupo formado por los artistas Joan Figueras, Joan Vila Cinca y Ramon Quer quienes tuvieron la inquietud de ir más adelante y, con ilusiones de juventud, el día 20 de septiembre del año En 1880 fundaron la Academia de Bellas Artes de Sabadell tomando como modelo a seguir el conocido Centro Artístico de Olot de los hermanos Vayreda y Josep Berga, con quien Joan Figueras mantenía lazos.

Principalmente se dedicaron al cultivo y la enseñanza del dibujo y la pintura a través de clases, exposiciones y excursiones para pintar a plain air con aquel espíritu de juventud que los caracterizaba y, al mismo tiempo, compartían entre ellos sus intereses y discusiones artísticas, todo fortaleciendo el grupo y sus ideales.

En 1882 tuvo lugar la primera exposición organizada por la Academia, que contó con un total de 128 obras de 34 artistas diferentes. Al no disponer de sala propia tuvieron que ocupar el Salón de Exámenes del colegio de los Padres Escolapios (actual Ayuntamiento). La muestra mezclaba a pintores reconocidos y consagrados como Mariano Vayreda, José Berga, Ramón Martí Alsina, Modesto Urgell, Santiago Rusiñol, Eliseo Meifrén, o Joaquim Mir con los autores sabadellenses Joan Vila Cinca, Ramón Quer, Juan Figueras, Narcís Giralt, Josep Juliana , Frederic Oliver, Josep Espinalt, Josep Oriol Bernadet, Josep Casanovas Clerch, Josep Figueras y Antoni Coll. Por tanto, podríamos decir que esta exposición actuó como una verdadera declaración de intenciones y de apoyo al cultivo de las artes sabadellenses; aunque no recibió el apoyo esperado de la burguesía industrial de la época, llegando a vender sólo tres obras al público de la ciudad.

A partir de esta exposición que consolidó la cantera inicial de la entidad, siguieron otros que fueron sumando nombres al grupo de artistas sabadellenses, como Francesc Pulit y Tiana, Llorenç Lladó Julià, o el conocido ceramista Marian Burgués y Serra, renovador de la cerámica moderna catalana. Este hecho llevó a la entidad a constituirse como sociedad artística en 1891.

En 1902 la Academia tomó parte importante en la creación de la Escuela Industrial de Artes y Oficios del Gremio de Fabricantes, junto con la Caja de Ahorros de Sabadell y el propio Ayuntamiento. Paralelamente, conscientes de la importancia del patrimonio histórico y artístico de la ciudad, la Academia fue recopilando diversos objetos que desencadenaron, finalmente, con la creación del Museo de la Ciudad en 1930; museo que también fue impulsado por la propia Academia, el Gremio, la Caixa y el Ayuntamiento.

La entidad fue cambiando de sedes hasta que en 1908 inauguró en la Rambla su primer local con intención de perdurabilidad. Aún así en 1920 se volvieron a trasladar a la calle Sant Pau, ahora en la sede del Casino, donde permanecieron unos meses hasta que volvieron de nuevo a la Rambla, concretamente a las vueltas de Ca l'Oliver, reformadas y decoradas con gran elegancia por el arquitecto Josep Renom y que parecían ser la sede ideal de la Academia. Sin embargo, hacia finales de la década de los 20 volvieron de nuevo al Casino, ubicados en el salón de “La Peixera”. Éste volvía a parecer el lugar definitivo, por lo que instalaron un hogar de focmonumental que anteriormente les había regalado el ceramista Marian Burguès.

Pasados los años de la Guerra Civil, en que no tuvo actividad, el arte de Sabadell continuó al abrigo de la Academia y poco a poco fue recuperando la vitalidad de otros tiempos. Más adelante, la década de 1950 nacía con dos salones de Arte Actual y cuatro bienales que sentaron las bases para una época de plena ebullición artística e intelectual para la Academia. Efectivamente, es el momento en que se creó la revista Riutort (1956-1965) y se inauguró la Sala de Arte Actual.

Riutort tiene sus orígenes en el primer Salón de Arte Actual del año 1950 y en las posteriores bienales que favorecieron el clima propicio para que, pocos años después, apareciera -no sin impedimentos de la censura- esta publicación periódica liderada por Andreu Castillos. Los 40 números que se editaron la proclamaron como una revista de vanguardia, de gran calidad y factura, donde se trataban temas de arte, arquitectura, fotografía, danza, música, cine, teatro y literatura ya menudo iba acompañada de obra gráfica original de varios artistas del momento; asimismo, llegó a tener suscriptores en España, Francia, Italia y Estados Unidos, sobre todo gracias al número especial dedicado al arte infantil.

En 1958 un pequeño grupo de jóvenes artistas (que poco tiempo después conformarían el conocido Grup Gallot) crearon en la Academia la Sala de Arte Actual con la intención de difundir las nuevas corrientes estéticas internacionales. De esta forma se pudieron ver en Sabadell las interesantes obras de Lucio Fontana, Joan Josep Tharrats o Romà Vallès, entre otros, que sacudieron el panorama artístico local.

A mediados de la década de 1960 la Academia volvió a trasladarse, esta vez en su emplazamiento actual del Paseo Manresa. El escultor Camil Fàbregas realizó los murales de la entrada y el artista Antoni Vila Arrufat fue el encargado de diseñar los espacios interiores donde aprovechó para colocar en un lugar de honor la famosa chimenea del ceramista Marian Burguès. Ahora, la Academia disponía de salas de exposición, un teatro, una biblioteca y varias salas de encuentro y reuniones.

A principios de los setenta irrumpieron en la Academia las famosas “aulas” que, agrupadas bajo los diversos campos del arte y del saber (Aula de Arte Actual, Aula de Cultura, Aula de Teatro, Aula de Cine y Aula de Música ) impulsaron y dinamizaron la cultura sabadellense incluso más allá de los propios límites de la ciudad, como es el caso del Aula de Teatro que se convirtió en punto de referencia del teatro experimental en Cataluña.

Dentro de este clima propicio se inauguró en la entidad la conocida Sala Tres (1972-1979) que surgió del Aula de Arte Actual y que apostaría por dar a conocer las nuevas experiencias estéticas y, en especial, la arte conceptual. Con la Sala Tres nace uno de los períodos más notables de la modernidad artística en Sabadell impregnada por aires de juventud inquieta y contestataria.

Efectivamente, durante los siete años en que duró esta sala se desarrollaron una serie de exposiciones y actividades que congregaron a los artistas más representativos del arte conceptual de nuestro país y ayudaron a situar la Academia dentro del panorama artístico catalán.

Sin embargo, quizá parafraseando el “me exalta lo nuevo y me enamora el viejo” de J.V. Foix, también fue entonces que la Academia organizó unas interesantes exposiciones antológicas sobre Isidro Nonell, Joan Vila Puig, Ramón Casas, Antoni Vila Arrufat, Francisco Gimeno, Marian Burguès y, quizás la más interesante de todas por su futura repercusión, la dedicada a seis artistas catalanas: Lola Anglada, Teresa Romero, Pepita Teixidor, Consol Tomas, Visitación Ubach y Lluisa Vidal.

Durante los años noventa la Academia siguió realizando grandes exposiciones de arte, como las antológicas dedicadas a David Graells, Joan Vilacasas en Ràfols Casamada o Jordi Roca, que seguían uniendo artistas locales con artistas foráneos.

En el año 2000 la entidad se constituyó como fundación privada. Durante estas últimas décadas la Academia ha continuado con las tareas expositivas que la caracterizan a través de tres salas diferentes, una de ellas dedicada a artistas emergentes llamada Cubo de Ensayo. Asimismo realiza talleres de pintura, de acuarela, de historia del arte, clases para niños, para jóvenes y el aula de dibujo de desnudo; paralelamente cada tres meses se organizan unas clases impartidas por algún artista o profesor invitado. Además, actualmente la Academia dispone de un ciclo de música clásica y de rock, así como también cuenta con una compañía de teatro propia.

Quizás uno de los puntos que actualmente sitúan la Academia dentro del panorama de las artes es el concurso Art Emergent que, patrocinado y con la colaboración del Banc Sabadell, desde el año 2015 difunde y premia anualmente a los nuevos talentos emergentes. Si bien también cabe mencionar las Bienales de Art Jove (años 2013, 2015 y 2017), destinadas a la promoción de los artistas de entre 24 y 35 años residentes en Cataluña. A partir de septiembre de 2019 se empezaron a realizar exposiciones monográficas de artistas sabadellenses ya consolidados aprovechando las fechas de la Fiesta Mayor de la ciudad. Así, hasta el momento se han podido ver los trabajos de Ricard Calvo (2019), Alfons Borrell (2020), Maria Bosch (2021) y los de Isidre Manils y Antoni Marquès (2022) pudiendo acercar sus obras a toda la ciudadanía y quizá recogiendo el testimonio de las antiguas exposiciones de los “Singulars Propis. Artistas sabadellenses contemporáneos” que había organizado el Museo de Arte de la ciudad.

Patxi Ocio Casamartina
junio de 2023